jueves, 19 de abril de 2012

COMUNICADO DEL CONCEJO MAYOR DE GOBIERNO COMUNAL DE CHERÁN


Al pueblo de Michoacán y de México
A los medios de comunicación
SOLICITAMOS INTERVENCIÓN DE PGR Y CNDH
El Consejo Mayor de Gobierno Comunal de Cherán aclara que el día de ayer no hubo enfrentamiento con Rancho El Cerecito, sino que delincuentes asentados en esta comunidad emboscaron a un grupo de 20 trabajadores honrados de este pueblo –beneficiarios de un programa de Empleo Temporal de Semarnat- por lo que nos deslindamos, categóricamente, de los otros muertos que ahora se dice fueron producto de enfrentamiento.
¡En Cherán no somos asesinos! Nuestro Concejo ha dado sobradas muestras de que ha solicitado la intervención de las autoridades correspondientes para la protección de nuestro recurso forestal, incluso en contra de una corriente mayoritaria que sí ha pensado en una confrontación directa con la comunidad agresora.
Por eso, hacemos responsable a la Procuraduría de Justicia del Estado, de las consecuencias adversas que puedan derivar de la versión del enfrentamiento que ha difundido; y solicitamos que la Procuraduría General de la República, PGR, atraiga, en lo inmediato, la investigación del caso; y solicitamos, también, la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para que realice una investigación que pueda confirmar nuestra palabra: ¡Las armas de Cherán no han matado a nadie!

ATENTAMENTE

¡Seguridad, justicia y territorialidad!

http://gallina.com.mx/pollonow/?p=10135

jueves, 12 de abril de 2012

¿DE QUÉ NOS VAN A PERDONAR?


¿De qué tenemos que pedir perdón? ¿De qué nos van a perdonar? ¿De no morirnos de hambre? ¿De no callarnos en nuestra miseria? ¿De no haber aceptado humildemente la gigantesca carga histórica de desprecio y abandono? ¿De habernos levantado en armas cuando encontramos todos los otros caminos cerrados? ¿De no habernos atenido al Código Penal de Chiapas, el más absurdo y represivo del que se tenga memoria? ¿De haber demostrado al resto del país y al mundo entero que la dignidad humana vive aún y está en sus habitantes más empobrecidos? ¿De habernos preparado bien y a conciencia antes de iniciar? ¿De haber llevado fusiles al combate, en lugar de arcos y flechas? ¿De haber aprendido a pelear antes de hacerlo? ¿De ser mexicanos todos? ¿De ser mayoritariamente indígenas? ¿De llamar al pueblo mexicano todo a luchar de todas las formas posibles, por lo que les pertenece? ¿De luchar por libertad, democracia y justicia? ¿De no seguir los patrones de las guerrillas anteriores? ¿De no rendirnos? ¿De no vendernos? ¿De no traicionarnos?

¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los que, durante años y años, se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras con nosotros se sentaba la muerte, tan cotidiana, tan nuestra que acabamos por dejar de tenerle miedo? ¿Los que nos llenaron las bolsas y el alma de declaraciones y promesas? ¿Los muertos, nuestros muertos, tan mortalmente muertos de muerte "natural", es decir, de sarampión, tosferina, dengue, cólera, tifoidea, mononucleosis, tétanos, pulmonía, paludismo y otras lindezas gastrointestinales y pulmonares? ¿Nuestros muertos, tan mayoritariamente muertos, tan democráticamente muertos de pena porque nadie hacía nada, porque todos los muertos, nuestros muertos, se iban así nomás, sin que nadie llevara la cuenta, sin que nadie dijera, por fin, el "¡YA BASTA!", que devolviera a esas muertes su sentido, sin que nadie pidiera a los muertos de siempre, nuestros muertos, que regresaran a morir otra vez pero ahora para vivir? ¿Los que nos negaron el derecho y don de nuestras gentes de gobernar y gobernarnos? ¿Los que negaron el respeto a nuestra costumbre, a nuestro color, a nuestra lengua? ¿Los que nos tratan como extranjeros en nuestra propia tierra y nos piden papeles y obediencia a una ley cuya existencia y justeza ignoramos? ¿Los que nos torturaron, apresaron, asesinaron y desaparecieron por el grave "delito" de querer un pedazo de tierra, no un pedazo grande, no un pedazo chico, sólo un pedazo al que se le pudiera sacar algo para completar el estómago?

¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo?

¿El presidente de la república? ¿Los secretarios de estado? ¿Los senadores? ¿Los diputados? ¿Los gobernadores? ¿Los presidentes municipales? ¿Los policías? ¿El ejército federal? ¿Los grandes señores de la banca, la industria, el comercio y la tierra? ¿Los partidos políticos? ¿Los intelectuales? ¿Galio y Nexos? ¿Los medios de comunicación? ¿Los estudiantes? ¿Los maestros? ¿Los colonos? ¿Los obreros? ¿Los campesinos? ¿Los indígenas? ¿Los muertos de muerte inútil?

¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo?