viernes, 30 de diciembre de 2011

Te espero

Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas,
lo sé, sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.

Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.

Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá,
yo aquí,
añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.

Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.

Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.

Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

marcha 22 de diciembre


Estimados compañeros y compañeras el día jueves 22 de noviembre se convoca a marcha a las 14hrs del Ángel de la independencia a Gobernación por la represión estudiantil de Ayotzinapa Pronunciamiento ante hechos de Ayotzinapan

 Las imágenes circulan por toda la red sin que exista una respuesta verdadera por parte de la sociedad ante la represión de la que fueron objeto los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapan,  pareciera q el silencio los convierte en cómplices del asesinato, tortura, desaparición y encarcelamiento de los normalistas, al respecto la coordinadora estudiantil anarquista se pronuncia ante la represión, condena y repudia los hechos ocurridos, así como hace un llamado para que la sociedad hoy mas que nunca vea que los partidos políticos, el aparato económico y estatal siempre serán los generadores de la explotación y opresión de la que somos parte, por lo tanto que ¡muera el Estado y viva la Anarquía!
Atentamente:
COORDINADORA ESTUDIANTIL ANARQUISTA



sábado, 17 de diciembre de 2011

Chilpancingo, Gro. No hay más culpable que el gobernador: normalistas



Chilpancingo, Gro., 16 de diciembre. El grito de los normalistas rurales llega para quedarse y no es guadalupano: ¡12 de diciembre, no se olvida! Arranca la marcha de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa y sus compañeros de otras partes del país. En la primera parada, frente al palacio de gobierno, los normalistas estacionan el autobús que apenas a finales de septiembre les entregara el gobernador Angel Aguirre. Se lo devuelven, con algo de pintura que simula sangre sobre el logotipo del gobierno estatal, las llaves puestas y una manta: Te lo cobraste con las vidas de dos estudiantes.
La marcha de los normalistas rurales es de una disciplina casi militar. Abre una banda de guerra que no para de batir tambores y soplar cornetas mientras sube y baja las calles de la capital de Guerrero, para pasar frente a la residencia oficial del gobernador y arribar al zócalo horas más tarde. Los normalistas se detienen frente a edificios vacíos –el palacio de gobierno, el Congreso–, sin que la policía los moleste. Y retoman su andar en ordenadas filas.
Cuando llegan al zócalo, al filo de las cuatro de la tarde, los muchachos y muchachas toman sus lugares, se forman como pronto formarán a sus alumnos después del recreo.
Naturalmente, pasan lista. Desfilan los nombres de las poblaciones que albergan las escuelas creadas a partir del cardenismo. Tiripetío, Cañada Honda, Teteles, Atequiza, Mactumatzá, Tamazulapan, Amilcingo, Hecelchakán. La mayoría de los marchistas son jovencitos de las normales rurales. Los acompaña un grupo de padres de familia.
Vienen también, aunque en escasos números, organizaciones sociales guerrerenses agrupadas en el Frente de Masas, la versión local de la CNTE, productores de la Costa Grande, opositores a la presa La Parota e incluso algunos de los dirigentes emblemáticos de Atenco. Los sectores más radicales del movimiento social guerrerense, si se quiere, o bien los que no buscan diputaciones ni alcaldías en los comicios del año venidero.
En la mira de esas organizaciones está el secretario de Gobierno, Humberto Salgado, a quien muchos responsabilizan del operativo que derivó en el asesinato de los estudiantes.
Los estudiantes apuntan más arriba. No hay más culpable que el gobernador Aguirre, quien dio la orden de desalojo, dice Daniel Gómez Ruiz, uno de los dirigentes Ayotzinapa.
En el mitin frente al Congreso del estado, Manuel Olivares anuncia que abogados del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan entregaron a la Cámara de Diputados, a las dos de la tarde, la solicitud formal de juicio político contra el gobernador.
En las filas del PRD, por lo demás, hay molestia porque el gobernador sólo entregó las cabezas del procurador, Alberto López Rosas, y del secretario de Seguridad Pública, Ramón Almonte, ambos con larga militancia en ese partido.
Con la investigación en manos del gobierno federal, al gobernador Aguirre le sobran frentes abiertos.
Las viejas demandas
Algunas de las demandas de los estudiantes eran, antes de los asesinatos de sus compañeros, tan viejas como las normales rurales. Es el caso del aumento de la matrícula y el incremento de la cuota para alimentación. Desde los años cincuenta, recuerdan aquí viejos profesores, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) exigía aumentar el cupo de las escuelas para dar cabida a algunos de los gaviotas, muchachos que sin estar inscritos asistían de oyentes a las clases con la esperanza de que pasado un tiempo les dieran un lugar. Les llamaban gaviotas porque sólo entraban al comedor cuando los alumnos regulares terminaban. A comerse lo que había sobrado, claro.
La otra demanda antigua es el aumento de la cuota para comida. Los de Ayotzinapa lograron que Aguirre aceptara pasar de 10 a 50 pesos diarios por cabeza. La exigencia antigua de la FECSM era que se les pusiera al parejo del Colegio Militar, porque decían que los caballos del Ejército comían mejor que ellos.
Otra petición más reciente tiene que ver con el adelgazamiento demográfico, según las autoridades, y con la intención de desaparecer las escuelas, según los normalistas. Los estudiantes exigen tener una plaza segura al egresar y las autoridades dicen que esos tiempos pasaron.
Pero el asunto que verdaderamente tenía atorado el conflicto con los normalistas era el nombramiento del director. Los maestros de la escuela propusieron a uno de ellos, Eugenio Hernández Martínez, pero los estudiantes lo rechazan porque lo acusan de corrupción, y demandan se nombre a un externo. El gobierno de Aguirre incluso le ofreció el cargo al veterano luchador social Pablo Sandoval (93 años), reciente recipiendario de la medalla Sentimientos de la Nación, que otorga el Congreso del estado.
El caso es que el gobierno de Aguirre fue incapaz de resolver ese asunto durante dos meses, periodo durante el cual los maestros se negaron a dar clases.
El conflicto, igual, ya pasó a otro terreno y quizá por eso esta mañana la secretaria de Educación, Silvia Romero, desayunaba tranquilamente con un grupo de periodistas amigos.
La represión ayer y hoy
Un grupo de ex alumnos de Ayotzinapa marcha al lado de los estudiantes de hoy y recuerda que la historia es vieja. Macario Cruz fue a la cárcel a principios de 1998, cuando era presidente de la FECSM. Estuvo tres meses y cuatro días luego de dos violentos desalojos. Las demandas eran las mismas. Y también el gobernador, porque Aguirre fue el sustituto de Rubén Figueroa, tras la matanza de Aguas Blancas, y concluyó el periodo de El Tigre de Huitzuco en marzo de 1999.
Y también anda por aquí Ernesto Ramírez, quien 11 años atrás, en 1988, vio morir al normalista campechano Juan Manuel Huikán, en la desviación que conduce a la escuela.
–¿Y cuáles eran las demandas entonces?
–Las mismas. Comíamos puros frijoles descompuestos.
Los normalistas de generaciones anteriores aseguran que otros gobernadores visitaron Ayotzinapa. El mismo Aguirre, Figueroa, Ruiz Massieu, pero siempre fue a fuerza.
En septiembre pasado, en cambio, Aguirre fue recibido con honores. Por eso me parece cómica su doble careta, dice Ramírez.
A unos pasos de los maduros normalistas está, sentada en el prado a la espera del arranque de la marcha, una muchacha menuda de rostro apacible y tenis morados. Se llama Anel Cruz, es maestra de telesecundaria y trabaja en una comunidad serrana. Todos los viernes viajaba seis horas hasta Ayotzinapa, para pasar el fin de semana con su novio. No lo hará más.
El lunes, Alexis Herrera Pino, El Güero, fue uno de los caídos en la Autopista del Sol.
Anel y Alexis comenzaron de novios en segundo de preparatoria. Una relación de seis años que ella cuenta así: Estaba muy contento porque se acercaba el final de su carrera. Le desesperaba que yo ya estuviera trabajando y él no.
Anel cuenta también que Alexis era muy trabajador, porque su papá le enseñó a hacer de todo. Y era además un gran deportista, se lo peleaban los equipos de basquetbol allá en El Papayo (Atoyac).
El mayor gusto de la joven pareja era ir al cine. La última película que vieron fueAmanecer.
¿El futuro? Sí, teníamos planes de formar una familia en cuanto él comenzara a trabajar.
Lo que resiste apoya
El mitin de los estudiantes en el zócalo retrasa el informe del alcalde Héctor Astudillo, alguna vez candidato a la gubernatura (perdió frente a Zeferino Torreblanca).
Quince minutos antes de las nueve, ya sin estudiantes a la vista, Astudillo sale del ayuntamiento y se sube a una camioneta blanca que él mismo maneja.
El alcalde forma parte de un curioso coro. A contrapelo de los juicios en los medios locales, nacionales y extranjeros, la principal fuerza política de oposición en Guerrero, el PRI, defiende al gobernador Aguirre. Astudillo dice estar seguro de que él no ordenó la represión. El alcalde de Acapulco, contendiente y primo del gobernador, también le hace caravanas. Y Rubén Figueroa en persona dice que no debe renunciar. Aguas Blancas pone a remojar las barbas de cualquiera.


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domingo, 11 de diciembre de 2011

¿Cuánto tiempo llevan en la morgue? ¿Por qué ocultan las autoridades la información? ¿Por qué desaparecen pistas? ¿Quiénes eran en vida estos cuerpos masacrados?


LOS ANGELES.- “Tardaron mucho en decidirse, y en entregarla”, dijo en los pasillos de la fiscalía del Estado, una funcionaria pública para referirse al cuerpo de Adriana Sarmiento Enríquez, desaparecida en Ciudad Juárez, el 18 de enero de 2008. Las autoridades locales habían retenido el cadáver de la joven en las instalaciones del Servicio Médico Forense “desde hace tiempo”, sin informar con precisión cuánto, y por qué no habían informado a sus familiares.
Adriana tenía 15 años cuando fue secuestrada. Ella y su amiga Griselda regresaban de la Preparatoria Allende, con rumbo a su casa, en un autobús de la ruta Juárez-Zaragoza. Griselda bajó dos cuadras antes de llegar al centro de la ciudad, donde aún vive. Adriana continuaba sola, como todos los días, dos cuadras más en el mismo autobús por la avenida Miguel Ahumada, y caminaría una cuadra por la calle Francisco Javier Mina, para tomar un segundo autobús hacia la colonia Mariano Escobedo, donde vivía con sus padres. A su casa nunca llegó. Y en ese tramo, donde habría estado sola unos 12 minutos antes de tomar el segundo transporte, desaparecieron otras tres jóvenes en diferentes fechas, dos de ellas asesinadas y retenidas en la morgue, y otra identificada en una audiencia de televisión en Los Ángeles, California, sin dar con su paradero.
La madre de Sarmiento publicó en diferentes sitios digitales la desaparición de su hija y la ayudaron a pegar miles de pesquisas por el centro de la ciudad. Sin embargo, estaba totalmente destrozada por el dolor, y no pudo continuar con el resto de las madres que se han organizado para seguir buscando a sus hijas.

CADÁVERES GUARDADOS POR AÑOS
“El cuerpo de Adriana Sarmiento pudo haber sido retenido en la morgue por un año o más”, señaló una fuente a Los Ángels Press, y guardamos su anonimato por seguridad. Así fue el caso de Hilda Gabriela Rivas Campos, de 16 años, desaparecida en febrero de 2008 y asesinada ese mismo año. Su cadáver lo encontraron en el Kilómetro 57 del Valle de Juárez, y fue retenido en la morgue durante tres años hasta que las autoridades decidieron notificar a su madre, el 27 de septiembre de 2011, alegando “que tenían que hacer la prueba de ADN y compararlas con las muestras que dan los familiares de las víctimas”.
Carmen Castillo, madre de Mónica Liliana Delgado Castillo, esperó mucho menos para que las autoridades notificaran y entregaran el cadáver de su hija. Mónica desapareció en enero de 2011 y tenía 18 años. Su cuerpo también fue localizado en el Kilómetro 57, a los días de haber sido asesinada y lo entregaron nueve meses después, junto con el de Hilda Gabriela, el mismo 27 de septiembre, en una conferencia de prensa organizada por las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, a la que Carmen Castillo prefirió no asistir.
También han sido “guardados” siete cadáveres de mujeres sin identificar y sin informar oficialmente a la opinión pública, que fueron encontrados en Loma Blanca, del Valle de Juárez. Se desconoce el tiempo y las circunstancias por las que las guardan en la morgue, pese a que las madres de las desaparecidas están en constante búsqueda de sus hijas y preguntando a la Fiscalía por los avances de las investigaciones.
El cuerpo de Jazmín Villa Esparza es otro de los que se encuentra en la morgue. Ella desapareció el 3 octubre de 2010, de 13 años de edad. Fue encontrada sin vida en el poblado de San Agustín, según afirmó la fuente a Los Ángeles Press, sin que sepa con precisión cuándo la encontraron muerta, por qué sigue en las instalaciones del servicio forense y por qué no ha sido entregada a sus familiares. Su madre, Isela Esparza Morales, reclamaba a la Fiscalía del Estado, en febrero de 2011, que “a su hija no la buscaban”, que “a nadie le importaba, porque no se había hecho un solo rastreo”. Sin embargo, no recibió ayuda ni información alguna sobre el avance de la investigación, y el cuerpo de su hija podría haber estado ya desde entonces en la morgue.


15 CADÁVERES MÁS
Recientemente, encontraron otros quince cadáveres de mujeres, enterrados en una misma fosa, en el Valle de Juárez.
Esta información tampoco la han querido dar oficialmente las autoridades y todavía se desconoce el lugar exacto donde fueron encontrados. Los cuerpos, retenidos en el Servicio Médico Forense, algunos se encuentran con ropa y otros completamente desnudos. Las edades oscilan entre los 17 y los 20 años. Son cuerpos con rastros de violencia, de sadismo, algunos mutilados. “Van a buscar la manera de cómo entregarlos”, señala la fuente, “pero parecería que retienen los cadáveres con dolo, como si no quisieran entregarlos. Quizá por no sembrar el terror, pero es la misma historia desde 1993, nada ha cambiado”, lamenta.
De 26 cadáveres de mujeres que han sido retenidos en la morgue, incluyendo el de Adriana Sarmiento, ya han sido identificados y entregados dos a sus familiares, el de Hilda Gabriela Rivas y el de Mónica Liliana Delgado, encontrados en el Kilómetro 75. Otro cadáver ha sido identificado como Jazmín Villa Esparza, encontrado en San Agustín, y no ha sido notificado a su madre.
Hay siete cadáveres sin identificar que fueron encontrados en Loma Blanca, y otros 15 más, también sin identificar, encontrados en el Valle de Juárez, sin precisar el poblado. La Fiscalía General del Estado tiene muchas respuestas que dar a las madres de Juárez.
Por lo pronto, las preguntas se quedan en el aire, ¿dónde las encontraron? ¿Cuánto tiempo llevaban enterradas? ¿Cuánto tiempo llevan en la morgue? ¿Por qué ocultan las autoridades la información? ¿Por qué desaparecen pistas? ¿Quiénes eran en vida estos cuerpos masacrados?

viernes, 9 de diciembre de 2011

Alerta: se teme ataque en Ostula (8 de diciembre)

Los pobladores de Xayakalan, en Michoacán, lanzan un llamado de alerta ante las amenazas de nuevas agresiones en su contra, pues, señalaron vía telefónica, “un grupo de los agresores que ultimaron a Trinidad de la Cruz se está concentrando en la Palma de Oro, en la sierra de Ostula, y se teme que estén preparando una matanza”.

Hace dos días en la salida de Xayakalan fueron secuestrados 12 integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad junto con de la Cruz, encargado de la guardia comunal del poblado construido sobre tierras recuperadas en junio del 2009, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida al día siguiente en el predio Barranca de Reyes, municipio de Aquila.

Los integrantes de la caravana del Movimiento por la Paz regresaron a la ciudad de México y rindieron su testimonio con valentía, pues ellos también fueron amagados y amenazados, y presenciaron la tortura a don Trino. La comunidad, por su parte, se quedó “muerta de miedo, sola y con mucha zozobra”, informan desde Xayakalan.

“Estamos absolutamente solos, sin ninguna protección, mientras en estos momentos se reúnen los matones en la sierra y tememos un ataque”, señalaron.

El pasado 28 de noviembre los comuneros de Ostula, entre ellos don Trino, sostuvieron una reunión con representantes de los gobiernos federal y estatal y se acordaron medidas de seguridad para la población, entre ellas rondines de la Marina, que se encuentra a unos minutos de Xayakalan, “pero hasta ahora no hay nada, estamos desprotegidos”, dijeron.

Los nombres de los agresores que los comuneros denuncian son: Prisciliano Corona Sánchez, alias El Chalano; Iturbide Alejo, El Turbinas, y Margarita Pérez, La Usurpadora; y a ellos se suman los nombres de Luis Castañeda Nazario, alias El Caracol, de Lázaro Alejo Dominguez, alias El Bulingas y Milko.



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miércoles, 7 de diciembre de 2011

DE ÚLTIMA HORA: don Trino, historia de un secuestro anunciado


Integrantes de la caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que acudieron a una misión de observación a la comunidad de Ostula, Michoacán, fueron bajados de su vehículo y amagados con armas largas por un comando cuando salían de las tierras recuperadas de Xayakalan rumbo a la cabecera de Ostula, donde se llevaría a cabo una consulta interna de la comunidad para decidir si aceptaban o no entregar una parte de sus tierras a los pequeños propietarios del municipio de Aquila. Los secuestradores dejaron en libertad al grupo de 18 personas del Movimiento, quienes se encuentran en buen estado, pero secuestraron a don Trinidad de la Cruz Crisóforo, mejor conocido como don Trino o el Trompas, uno de los principales líderes de la comunidad, encargado de la guardia comunitaria desde que el pasado 29 de junio los nahuas recuperaron este predio que durante 40 años estuvo invadido por supuestos pequeños propietarios provenientes de la comunidad de La Placita.
Comuneros de Xayakalan entrevistados telefónicamente informan que los integrantes de la caravana fueron interceptados por un grupo armado coludido con el crimen organizado y llevados al monte, los amenazaron y luego los dejaron en libertad. Todos están a salvo, con excepción de don Trino, cuyo paradero se desconoce.
Trinidad de la Cruz Crisóforo, usaba el apelativo de Trompas por cuestiones de seguridad, ante las permanentes amenazas que tenía por parte del crimen organizado y de los paramilitares. Es un hombre mayor, nahua, “valiente y comprometido con su pueblo”, como lo definen sus compañeros. En todas las entrevistas y pláticas informales que sostuvimos con él, advirtió que esas tierras les pertenecían a los comuneros de Ostula y que “solo muertos” los podrían sacar de ahí. Hoy el Trompas está desaparecido y de su secuestro fueron testigos 18 personas del Movimiento por la Paz.
El pasado 14 de noviembre, informan los comuneros entrevistados, don Trino fue “duramente golpeado, en presencia de la comunidad, con un arma R-15 por Priciliano Corona Sánchez, alias Chalano, con la complicidad de Iturbide Alejo, alias Turbinas, y por Margarita Pérez, alias La Usurpadora, personas que habitan en Xayakalan y trabajan para el crimen organizado”.
Los comuneros, quienes se niegan a dar su nombre por temor a represalias, afirman que en junio pasado, “el Chalano amenazó de muerte a don Trino y a Pedro Leyva, quien finalmente fue asesinado el pasado 6 de octubre”.
En ocasión del segundo aniversario de la recuperación de sus tierras, los nahuas de Ostula denunciaron que “la guerra que actualmente vive nuestra comunidad y que es un capítulo pequeño de la guerra que desgarra a la Nación entera, la podemos contar en números: 26 comuneros muertos, cuatro desaparecidos, decenas de viudas y huérfanos y cientos de desplazados”. A esta cifra se suman el asesinato de Pedro y el secuestro de don Trino.